Ser padres de un Mago

Mago Rubén

Evidentemente es una experiencia mágica!!

El trayecto recorrido de este camino que acabamos de empezar, porque Rubén sólo tiene 11 años, está siendo muy enriquecedor. Nos adentramos en un mundo apasionante, que no conocíamos, el cual nos está aportando vivencias únicas y estamos conociendo personas mágicas que siempre nos suman y nunca nos restan.

No sabemos realmente cómo empezó todo, Rubén era un niño creativo, le encantaban las marionetas, el teatro, las estatuas callejeras y sobre todo el circo, ese era siempre el regalo que nos pedía para su cumpleaños, ir al Circo. Allí vio un mago que le despertó el interés en este mundillo. Empezó a hacer trucos con cartas de manera autodidacta, según aprendía en casa viendo videos, nos intentaba sorprender con algún truco nuevo. Al principio no le dábamos importancia. Un día tuvo la oportunidad de subirse a un escenario en una gala benéfica en la cual le pidieron que hiciera unos minutos de magia. Él solo buscó trucos que quería hacer y eligió música para su breve show. Apareció en el escenario, y El Mago Rubén con sólo 7 años cautivó a un público de niños y no tan “niños”.

Decidimos apoyarlo porque veíamos que cada día dedicaba más tiempo a la magia, y los estudios le iban muy bien también. Él nos pedía asistir a eventos para ver magos, hablábamos con ellos y nos contaban sus experiencias. Poco a poco íbamos conociendo más y más este mundo.

Nos sorprendía gratamente como Rubén se iba formando, cómo nos pedía asistir a conferencias de magos, que personalmente nosotros no alcanzábamos a entender . Este año asistió en Málaga a un seminario de Juan Tamariz, duró 8h, cuando entramos a

las 5h de la madrugada a recoger a Rubén, él todavía estaba absorto escuchando a Tamariz, mientras nosotros habíamos estado tomando café para mantenernos despiertos.

La primera vez que fuimos a una convivencia entre magos en el pueblo de Cabra en Córdoba, nos encantó, y allí descubrimos que la magia se podía vivir en familia también. No creíamos que este “gremio” fuera tan apasionante. La mezcla de magos tan ricos en vivencias,  de jóvenes inquietos, familias, parejas… fue una mezcla enriquecedora, allí se vivía la magia entre personas “especiales”, a los cuales les encantaba buscar la manera de ilusionar!! 

Todo esto era un arte desconocido para nosotros, pero ahora nos apasiona. Nos encanta ver cómo nuestro hijo se va formando, cómo va creciendo en un escenario y cómo su sueño de ilusionar a los demás se hace realidad.

Detrás de este sueño hay mucho trabajo, indudablemente el que hace Rubén, pero también el de su padre que construye las cajas y le ayuda a montar su show.

Rubén es sólo un niño, y no queremos que deje de soñar, ni de compartirlo con sus familiares, amigos y su público. Esperamos que siempre contagie con su magia a todos!!

Roberto García Percuha

Padre de Rubén